Diverticulosis significa que se han formado pequeñas bolsas en la pared del intestino grueso (colon). Las estructuras en forma de bolsa, o divertículos, surgen a partir de zonas de debilidad muscular en el colon. Lo más habitual es que no provoquen síntomas y son frecuentes a medida que las personas envejecen. Pero las bolsas en el colon presentan el riesgo de infectarse. Cuando esto sucede, la afección se denomina diverticulitis. Aunque la mayoría de las personas con diverticulosis nunca desarrollan diverticulitis, no son infrecuentes. También puede producirse sangrado rectal y, en situaciones menos frecuentes, un tipo de inflamación colónica llamada colitis.
La mayoría de las personas no tienen síntomas. Pero algunas personas con diverticulosis pueden presentar:
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calambres y dolor en el vientre (abdomen)
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distensión abdominal;
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cambio en los hábitos intestinales (diarrea o estreñimiento).
Causas
La causa exacta de la diverticulosis (y diverticulitis) no se ha demostrado, pero algunas cosas se relacionan con la afección:
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Dieta baja en fibras. Pero algunos expertos no están de acuerdo sobre esto.
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Estreñimiento.
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Falta de ejercicio.
Su proveedor de atención médica hablará con usted sobre cómo tratar su afección. Los cambios en la dieta pueden ser todo lo que necesita para ayudar a controlar la diverticulosis y evitar que se convierta en diverticulitis. Si desarrolla diverticulitis, probablemente necesite otros tratamientos.
Cuidados en el hogar
Es posible que se le indique que tome suplementos de fibra todos los días. La fibra agrega masa a las heces para que pasen a través del colon más fácilmente. También pueden recomendarse ablandadores de heces. También es posible que se le administren medicamentos analgésicos. Asegúrese de tomar todos los medicamentos según las indicaciones.
En el pasado, se les decía a las personas que no coman maíz, frutos secos ni semillas. Ya no necesita hacer esto.
Siga estas pautas para los cuidados personales en su casa:
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Coma alimentos no procesados que tengan alto contenido de fibra. Los granos enteros, las frutas y las verduras son buenas opciones.
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Beba de 6 a 8 vasos de agua todos los días, a menos que su proveedor de atención médica le indique que limite la cantidad de líquido que debe ingerir.
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Esté atento a los cambios en sus deposiciones. Informe a su proveedor si nota algún cambio.
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Comience un programa de ejercicios. Pregunte a su proveedor cómo comenzar. Por lo general, caminar es lo mejor.
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Descanse y duerma mucho.
Atención de seguimiento
Haga un seguimiento con su proveedor de atención médica o según se lo indiquen. Es posible que necesite visitas regulares para controlar su salud. A veces es posible que necesite procedimientos especiales, como una colonoscopia o una sigmoidoscopia. Asegúrese de concurrir a todas sus citas.
Si se obtuvo una muestra de heces, o se realizaron cultivos, se le informará si son positivos o si se debe cambiar su tratamiento. Puede llamar, según se lo indiquen, para obtener los resultados.
Si se realizaron radiografías, se le informará sobre cualquier hallazgo nuevo que pueda afectar su atención.
Si se recetaron antibióticos, asegúrese de terminarlos todos.
Cuándo consultar al médico
Llame a su proveedor de atención médica de inmediato si se presenta cualquiera de las siguientes situaciones:
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Fiebre de 38 °C (100,4 °F) o más , o según las indicaciones de su proveedor de atención médica.
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Calambres intensos en el vientre (abdomen) o dolor que empeora.
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Sensibilidad en la parte inferior izquierda del abdomen o dolor en todo el abdomen que empeora.
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Diarrea o estreñimiento que no mejora dentro de las 24 horas.
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Náuseas y vómitos.
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Sangrado leve del recto o heces negras alquitranadas
Llame al 911
Llame al
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sangrado muy intenso del recto;
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dificultad para respirar;
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confusión;
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somnolencia excesiva o dificultad para despertarse;
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desmayo o pérdida del conocimiento;
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frecuencia cardíaca rápida;
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dolor en el pecho;
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dolor abdominal repentino e intenso.
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Online Medical Reviewer: Heather M Trevino BSN RNC
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Online Medical Reviewer: Shaziya Allarakha MD
Date Last Reviewed: 12/01/2024
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